CONFINES
Tete Alvarez
La linde
no es nunca un lugar de reposo total, nunca forma un linea indivisible, y
es en el borde donde se plantean siempre los más desconcertantes problemas
de topología. Jacques Derrida
Ovidio relata cómo Rómulo,
el fundador mítico de Roma, abrió una zanja profunda, la llenó
de frutos, la cubrió con tierra, levantó un altar sobre ella
y trazó con un arado lo que serían los límites de la
ciudad.
El imparable proceso de extensión
de las áreas urbanas hace de los terrenos limítrofes un escenario
transitorio, un paisaje efímero marcado por las leyes especulativas
del mercado inmobiliario y los planes de desarrollo urbanístico. Y es que, las antiguas murallas que ceñían las ciudades se han
vuelto invisibles, pero no por ello menos potentes. (1)
El espacio está en fuga y
el tiempo le persigue. (2)
Se trata de documentar una desaparición;
cartografiar unos confines que pronto habrán sido rebasados, que pronto
habrán dejado de serlo. Marcados por un signo que traza la línea fugaz del aquí-ahora,
los límites nos hablan de un tiempo y un lugar determinado en el proceso
de urbanización infinita, de construcción del espacio público.
(1) Aymonino, Carlo. Orígenes
y desarrollo de la ciudad moderna
(2) Altolaguirre, Manuel. Las islas invitadas |